miércoles, 26 de agosto de 2009

Del periódico La Razón

¿Tronaron los profesores?
Por: Manuel Gil Antón
El examen para la asignación de plazas fue el día 16. Los resultados se dieron a conocer el domingo 23, o desde el sábado en la página de internet de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE).
Como siempre, cuando se emiten los números promedio de pruebas construidas para discernir y elaborar ordenamientos de mayor a menor número de aciertos, se suele tomar el promedio, se hace una regla de tres y se “saca” una calificación. O si la SEP dice que los que tuvieron de 56 aciertos en adelante, de 80 preguntas, tienen un nivel aceptable, todos los demás reprobaron. Esto no es cierto y deriva, por un lado, de la falta de conocimiento sobre el tipo de examen que se ha aplicado; por el otro, de la facilidad con la que se puede sacar una nota de ocho columnas o abrir un noticiario y, también, por la incapacidad de la SEP para educarnos como sociedad en el empleo de estas pruebas masivas que, en el buen sentido de la palabra, buscan discriminar a aquéllos sustentantes que destacan, a los que de plano no saben y a los que están cerca del promedio, es decir, una desviación estándar hacia abajo o hacia arriba, que son la mayoría.
Presentaron el examen de opción múltiple 123 mil 856 profesores en todo el país. Que con este tipo de prueba se pueda “evaluar” o siquiera aproximarse a las competencias o destrezas didácticas, las habilidades intelectuales o el sustrato ético de los aspirantes no es sostenible. Es un instrumento construido para otra cosa. Sería equivalente a emplear un termómetro para medir la presión arterial. No se vale, diríamos todos. La respuesta es curiosa, por decir lo menos, por parte de las autoridades y el sindicato: claro que sí, no seas escéptico. El termómetro es finísimo y funciona a las mil maravillas. Todo un despropósito.
Ni hablar. La batalla por que el examen fuese realmente de oposición se ha perdido, al menos en el corto plazo, de tal modo que aceptando sin conceder que los resultados que arroja la prueba dicen “algo” de lo que saben y saben enseñar los profesores, hay que saber leerlos, so pena de arribar a reiterados sofismas.
Cuando un examen se diseña para tener elementos que permitan hacer una prelación de los sustentantes, la regla de oro es que cada reactivo —además de ser válido y confiable— no sea ni muy fácil ni muy difícil. Si fuese fácil, no distingue porque todos lo responden bien. Si sólo un Nobel acertaría, tampoco discrimina y hay que eliminarlo. Esta manera de elaborar el examen conduce a que, en este ejemplo, se haya logrado un promedio nacional de 54 aciertos. En términos generales, la tendencia a “sacar más buenas que malas” es muy clara. Si fueron 80 preguntas, la distancia de la mitad de las preguntas con el promedio es de 14 aciertos más. De los 124 mil sustentantes en números redondos, 31 mil obtuvieron más de 55 aciertos y son clasificados por SEP y SNTE como de nivel aceptable. Cinco mil, en el otro extremo, sacaron menos de 25 buenas: nivel inaceptable.
Los primeros son 25% de los sustentantes. Los segundos, 4%. De tal suerte que entre 26 y 55 aciertos se encuentra el 71%. De ahí proviene el que se diga que siete de cada 10 “tronaron”. No. Un número importante de los casi 88 mil profesores del grupo llamado “requiere procesos de actualización docente” está muy cerca de la nota de corte: 56. ¿Cuántos miles o decenas de miles se ubican entre 50 y 55 aciertos? No lo sé, pues el desglose de la información es tal que impide hacer el cálculo, pero no son esperables pocos.
Sí se puede ver algo parecido con los resultados estatales: de los 30 que participaron (Oaxaca y Michoacán no) un estado logró la máxima puntuación promedio: 61 aciertos como media. El más bajo, 46. La distancia entre los promedios de las notas polares es de 15 puntos, pero hay un dato a observar: 11 estados obtuvieron más de 55; otros 18 entre 50 y 54.9 y sólo uno menos de media centena: la mayoría rondaron más o menos cuatro puntos partiendo de 50. Ahí se acumulan, se concentran estados, sustentantes, tipos de prueba, calificaciones con distintas antigüedades en el oficio. Reitero: es normal por el tipo de prueba. No reprobaron siete de cada 10. Concediendo de más, si acaso al 4% sí habría que considerarlo sin elementos suficientes para trabajar. Y si se quiere, a los que no obtuvieron más de 40 les urge una renovación de sus destrezas y conocimientos.
¿Reprobaron los maestros en el caso de los más bajos puntajes? Bueno, obtuvieron pocos aciertos, pero los resultados de este sector son datos que sí reprueban, y sin consideraciones atenuantes, a la SEP y al SNTE, pues ¿quién los formó? ¿Quién los ha llevado por décadas en la famosa carrera magisterial? ¿A cuánto compraron la plaza, o cómo regularizaron, con dinero, claro, su herencia? He ahí un dilema que es más complejo e importante de tratar como ciudadanos que una cifra estruendosa que se habrá olvidado la siguiente semana. ¿Cuándo le entramos?

1 comentario:

  1. HOLA AMIGOS SOY EGRESADO DE ESE PLANTEL TAN MARAVILLOSO QUE SOLO LOS MEJORES EGERESAMOS DE AHI Y QUE ME DIO LO MEJOR DE MI VIDA, A MI ESPOSA, CLARO SIN HACER DE MENOS LA EDUCACION, QUE GRACIAS A LOS DOS SOY UN OFICIAL DEL EJERCITO, LE AGRADESCO DE CORAZON ALGUN DIA REGRESARE A ESE PLANTEL, GENERACION 1988-1990, CONTACTENME ANTIGUEDADES COMO DECIMOS EN NUESTRO MEDIO rodolfoherve@hotmail.com

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